¿Está planeando un viaje a Asia, y más concretamente a Laos? Pero no se decide y le gustaría ver otros países. Es posible combinar un viaje a Laos con otro a Myanmar, en Birmania, por ejemplo. Tendrá la oportunidad de descubrir estos dos países del Sudeste Asiático, considerados más "confidenciales" y auténticos que sus vecinos.
Prepare su viaje
Preparar un viaje así no es algo que se pueda hacer a la ligera, por lo que hay que organizarse muy bien para salir con total tranquilidad y disfrutar de un viaje extraordinario. Esto empieza con la reserva del vuelo. Los blogs y blogueros de viajes recomiendan reservar con antelación. Así se asegura de salir en las fechas que desea y de poder aprovechar tarifas atractivas y, a veces, promociones excepcionales.
Un consejo: ¡no dude en utilizar los servicios de comparación de vuelos de Internet!
Tanto si vas a Laos o Birmania, deberá solicitar un visado. Debe solicitar un visado electrónico, cuya obtención es más rápida y cómoda, y optar por el visado turístico de 28 días. Si tiene un visado para Laos y luego desea entrar en Birmania, estará exento de la obligación de visado durante un máximo de 14 días. Así no tendrá que solicitar dos visados diferentes. Para que sea válido, el paso de un país al otro debe hacerse por tierra.
Intente hacer una maleta que no pese demasiado y llénela de ropa ligera y cómoda de algodón o lino. Empaca un buen par de zapatos para caminar, así como chanclas. ¿Qué le conviene? Si quiere aprovechar su estancia para visitar templos, debe saber que es obligatorio descalzarse y quitarse los calcetines antes de entrar en el templo. Llevar chanclas es mucho más práctico y le ahorrará tiempo.
Los imprescindibles de ambos destinos
Ambos países tienen muchas maravillas y destinos que no hay que perderse, como Luang Prabang, en Laos. La antigua ciudad real sigue siendo el corazón espiritual del país, con una gran cantidad de templos, cada uno más bello que el anterior.
También podrá navegar por el Mekong, el río que está en el centro de la vida de los laosianos.
Birmania no es una excepción, con algunos de los paisajes más idílicos de la región. Haga una excursión a Yangón, la antigua capital del país, y admire sus bulliciosas calles. Si prefiere la tranquilidad, no se pierda el lago Inle, en el centro de Birmania. Este inmenso río es famoso por sus pescadores y por la vida cotidiana de los lugareños, que pasan la mayor parte del tiempo en el agua. Es una forma estupenda de ver cómo organizan sus vidas entre el trueque y la navegación.
También puede visitar Bagan, cuyos vestigios rivalizan en belleza y entran en la categoría de visitas obligadas del continente asiático.